Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC)

Recetarios y guía nutricional para comunidades chiquitanas

La Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC) es una organización sin fines de lucro que trabaja para promover la seguridad y soberanía alimentaria en comunidades chiquitanas de Bolivia[1]. Su función principal es empoderar a las mujeres y preservar la cultura chiquitana a través del rescate de recetas tradicionales y la promoción de una alimentación saludable[1].

Los objetivos de la FCBC incluyen:

  1. Promover la seguridad y soberanía alimentaria en comunidades chiquitanas de Bolivia[1].
  2. Rescatar y preservar recetas tradicionales chiquitanas[1].
  3. Empoderar a las mujeres en la producción y consumo de alimentos resilientes al cambio climático[1].
  4. Fomentar una alimentación saludable en comunidades chiquitanas[1].

En su trabajo de rescate de la cocina chiquitana, la FCBC ha producido diversos documentos, como recetarios y guías nutricionales[1]. Entre estos documentos se encuentran:

  1. "Cocina con valores y sabores chiquitanos" (2021): un recetario que presenta alrededor de 40 recetas y contiene breves descripciones de productos agrícolas y rasgos culturales chiquitanos[1].
  2. "Rescatando sabores del chaco chiquitano" (2022): un breve recetario que presenta 14 recetas tradicionales de comunidades chiquitanas, algunas de las cuales no se encuentran en el recetario extenso o cuyos pasos de preparación fueron modificados[1].
  3. "Guía práctica de nutrición y alimentación saludable para comunidades chiquitanas": un material diseñado y producido para las comunidades locales de la región chiquitana, que evita el uso de palabras técnicas y busca promover una alimentación saludable[1].

Estos documentos buscan preservar la cultura chiquitana, empoderar a las mujeres en la producción y consumo de alimentos resilientes al cambio climático, y fomentar una alimentación saludable en comunidades chiquitanas[1].

https://www.fcbc.org.bo/recetariosy-guia-nutricional-para-comunidades-chiquitanas/

Otras promotoras de la cocina Chiquitana

La gastronomía de la Chiquitania, una región en Bolivia, ofrece una variedad de platos típicos deliciosos. Algunas de las comidas tradicionales incluyen la empanada de arroz, que es más grande que el pan de arroz y se cocina en una hoja de plátano con relleno de queso. Otra opción es la sopa de pollo con maíz y vermicelli, que combina sabores reconfortantes. Además, se destacan las costillas agridulces, un plato delicioso que se puede preparar con ingredientes adaptados a la despensa local.

RECETARIOS DE COMIDAS TRADICIONALES

El joco, la yuca, el maíz, la almendra chiquitana, el plátano, junto con muchos otros productos de la agrobiodiversidad que se encuentran en los chacos tradicionales y espacios naturales de las familias chiquitanas, son los protagonistas del recetario extenso “Cocina con valores y sabores tradicionales” y el recetario resumido “Rescatando sabores del chaco chiquitano”. Las papilas gustativas se amplifican al leer las más de 40 recetas de platos fuertes, bebidas, horneados y dulces tradicionales presentes en los recetarios que buscan preservar la cultura viva a través del rescate culinario y resaltan el papel de las mujeres en la seguridad alimentaria de las familias del Bosque Seco Chiquitano y la importancia de la adaptación de la producción agrícola comunitaria frente a las situaciones consecuentes del cambio climático y los escenarios ambientales críticos.

Cocina con valores y sabores chiquitanos

El recetario “Cocina con valores y sabores tradicionales”, producido el 2021, presenta alrededor de 40 recetas y contiene breves descripciones de productos agrícolas y rasgos culturales del pueblo chiquitano.

Cocina con valores y sabores chiquitanos es un recetario dirigido a las familias con el fin de conocer y degustar propuestas de menús nutritivos y saludables rescatando los valores sociales, culturales y sobre todo gastronómicos de donde se ejecuta el proyecto “Promoción de la seguridad y soberanía alimentaria en 4 comunidades chiquitanas de Bolivia, a través de un modelo de producción y consumo de alimentos resilientes al cambio climático, basado en conocimientos ancestrales y el empoderamiento de la mujer”.

La gastronomía de la Chiquitania en Bolivia es una mezcla de sabores y tradiciones que reflejan la historia y la cultura de la región. Algunos de los platos típicos de la Chiquitania incluyen el majadito de charque, que se elabora con carne de res molida en un mortero y cocinada con arroz, huevo, plátano frito y otros ingredientes[3][4]. Otra opción popular es el locro de gallina, una sopa hecha con pollo y legumbres, que se acompaña con arroz, yuca y mote[4].

La gastronomía chiquitana también incluye una variedad de bebidas tradicionales, como la chicha camba, el somo y el aguarapo, que se elaboran con maíz, maní y otros ingredientes locales[4]. Además, en la Chiquitania se pueden encontrar una gran variedad de postres y dulces hechos con frutas de la región, como el pitón, guayabilla, guapurú, conservilla, mochochó, pesoé, sucá, asaí, totaí y lúcuma[4].

Rescatando sabores chiquitanos

El recetario “Rescatando sabores del chaco chiquitano”, producido el 2022, presenta 14 recetas tradicionales de comunidades chiquitanas, algunas de las cuales no se encuentran en el recetario extenso o cuyos pasos de preparación fueron modificados.

Este breve recetario pretende compartir algunas recetas tradicionales de comunidades chiquitanas que no son de preparación muy frecuente y tampoco son muy conocidas fuera de las comunidades, pero son un gran aporte para enriquecer la alimentación porque utilizan ingredientes de gran valor nutricional.

La Ruta gastronómica de la chiquitania es una iniciativa turística que ofrece circuitos diseñados para explorar la región de la Chiquitania y su gastronomía . En resumen, la gastronomía de la Chiquitania es una mezcla de sabores y tradiciones que reflejan la historia y la cultura de la región. Los platos típicos, como el majadito de charque y el locro de gallina, son solo algunas de las opciones que se pueden encontrar en la región. Varios restaurantes chiquitanos en la provincia ofrece platos típicos para que se conoce su gastronomía de una manera más profunda y significativa. En cuanto a la gastronomía de la región, se resalta la importancia de los bosques chiquitanos y la celebración de festivales como el Festival Internacional de Música Barroca Misiones de Chiquitos. Existe un tour sabores y artes que promociona la cocina boliviana con el trabajo de artesano que se visitan

El Majao

El majao de la Chiquitanía tiene sus orígenes durante la conquista española en el oriente boliviano. Este plato emblemático de Santa Cruz deriva su nombre del verbo español "majar", que significa moler. Se creó para afianzar lazos entre Ñuflo de Chaves y los indígenas itatines en aquella época. Conservar las tradiciones culinarias en la sociedad moderna actual es un desafío, y figuras como Javier Libera, con su restaurante El Aljibe, se destacan en preservar la cultura y sazón original de la vieja Santa Cruz. Además, se espera la publicación del libro "Comidas con historia" que profundizará en la historia detrás de cada plato de la gastronomía cruceña[5].

El "majadito" y el "majao" son platos tradicionales de la gastronomía boliviana, específicamente de las regiones de Santa Cruz y Beni. Aunque ambos platos comparten similitudes en sus ingredientes base, como el arroz, la carne deshidratada (charque), y en ocasiones, plátanos y huevos, presentan algunas diferencias en su preparación y presentación. El "majadito" se refiere a un plato de arroz salteado que puede incluir carne deshidratada, mientras que el "majao" es un plato similar pero con una preparación más batida o mezclada.

En resumen, la principal distinción entre el "majadito" y el "majao" radica en la forma en que se preparan y presentan, siendo el "majadito" más asociado con un arroz salteado y el "majao" con una mezcla más batida de sus ingredientes.

El Locro

El locro es un plato típico del oriente boliviano que tiene sus orígenes en San José de Chiquitos, introducido por la esposa de Ñuflo de Chaves, Doña Elvira de Mendoza[3]. Este plato, de origen guaraní, inicialmente se preparaba con maíz blanco (frangollo) y charque. A lo largo del tiempo, se han desarrollado más de 20 variedades de locro que se han extendido por toda la región oriental de Bolivia[3].

En la Chiquitania, se pueden encontrar diferentes tipos de locros, como el locro de maíz, locro de zapallo, locro de gallina, entre otros. Cada variante tiene sus propias particularidades en cuanto a ingredientes y preparación, ofreciendo una diversidad de sabores y texturas que reflejan la riqueza culinaria de la región[4].

El Locro carretero o de carretera

Los orígenes del locro carretero a base de charque se remontan a la cocina tradicional de Bolivia, particularmente en la región de Pando. Este abundante plato, conocido por su calidez y sustento, tiene profundas raíces en la historia culinaria y de viajes del país. El locro carretero fue un alimento básico para los viajeros y visitantes que recorrían las vastas llanuras de Santa Cruz, Beni y Pando desde el siglo XVII hasta mediados del siglo XX[2][3]. Era una comida preparada por las mujeres a lo largo de las rutas de las caravanas, combinando ingredientes como charque (carne seca), arroz, plátanos y yuca para crear un guiso nutritivo y saciante que proporcionaba sustento durante largos y arduos viajes.

El plato evolucionó con el tiempo con la integración de nuevos ingredientes a medida que Santa Cruz se conectó más con el resto del país. Se agregaron papas, cebollas, pollo, urucú para darle color y un toque de aceite para realzar el sabor y valor nutricional del locro carretero[2]. Este plato tradicional boliviano, con sus componentes simples pero nutritivos como pollo, arroz y papas, no solo satisface el hambre sino que también brinda calor, por lo que es una comida recomendada para personas con salud delicada o durante épocas de frío[2].

En Pando, un departamento conocido por su gastronomía única estrechamente ligada a su producción agrícola, el locro carretero surgió como una comida para los viajeros, incorporando alimentos básicos locales como yuca, arroz, plátanos y charque[3]. Esta sopa caliente y abundante, junto con otras delicias tradicionales como el locro de gallina, el pan de arroz, la gelatina de coco y el tujuré, muestra la rica herencia culinaria de la región[3]. La preparación del locro carretero consiste en cocinar charque, cebollas, pimientos, tomates y otros condimentos en una olla, luego agregar arroz y dejar hervir a fuego lento hasta que el arroz esté cocido. Se sirve en un plato hondo acompañado de yuca hervida y plátanos verdes fritos[3].

En general, el locro carretero, con su historia arraigada en los viajes, el sustento y los ingredientes regionales, es un testimonio de la diversidad cultural y culinaria de Bolivia, particularmente en las regiones orientales donde se ha convertido en un plato querido e icónico[2][ 3].

En cuanto a quién prepara el mejor locro en Chiquitania, es un tema subjetivo y puede variar según los gustos individuales. Sin embargo, la región es conocida por su rica tradición culinaria y la calidad de sus platos típicos, lo que hace que la preparación del locro en diferentes establecimientos y hogares de la zona sea altamente apreciada por locales y visitantes por igual[4].

la Sopa Tapada

La sopa tapada es un plato tradicional de la gastronomía local de Santa Cruz, Bolivia, que se ha adaptado a los gustos y disponibilidad de ingredientes de la región[2]. Su origen se remonta a la Edad Media, cuando las sopas se preparaban como una forma de paliar el hambre con ingredientes simples como agua, pan y cereales[3]. En la actualidad, las sopas se han vuelto más refinadas y ligeras, y a menudo se enriquecen con crema, manteca o glúcidos como el almidón y las féculas[3].

La sopa tapada se caracteriza por su presentación en capas, que incluyen arroz, jigote (un guiso de carne, verduras y especias), y huevos duros cortados en rodajas[2]. Se cocina en una olla y se sirve caliente en una fuente para gratinar en el horno[2]. La receta de sopa tapada varía según la región y la disponibilidad de ingredientes, pero siempre incluye arroz y un guiso de carne, verduras y especias[2].

La sopa tapada es un plato popular en Santa Cruz y se consume especialmente en días fríos[2]. Es fácil de preparar y se puede adaptar a diferentes gustos y preferencias, como se muestra en la receta de sopa tapada de la Fundación Española de la Nutrición, que incluye manzana y canela[1].

En resumen, la sopa tapada es un plato tradicional de la gastronomía local de Santa Cruz, Bolivia, que se ha adaptado a los gustos y disponibilidad de ingredientes de la región. Su origen se remonta a la Edad Media, y se ha vuelto más refinada y ligeras en la actualidad. La receta varía según la región y la disponibilidad de ingredientes, pero siempre incluye arroz y un guiso de carne, verduras y especias. La sopa tapada es un plato popular en Santa Cruz y se consume especialmente en días fríos.

El pastel de hoja de gallina

El pastel de gallina de la zona de la Chiquitania es un plato tradicional con diversas recetas. Algunas de las variantes incluyen ingredientes como gallina criolla hervida y desmenuzada, plátanos cocidos, arroz, hojas de trigo, papas, huevos duros, azúcar, uvas pasas, cebolla, tomate, aceite de urucú, sal, ajo, pimienta, entre otros.

La preparación implica cocinar la gallina, desmenuzarla, y utilizar su caldo en la receta. Se incorporan ingredientes como plátano cocido, hojas de trigo para espesar y armar el pastel, y se le da un toque especial con azúcar. El pastel se acompaña comúnmente con arroz y se destaca por su sabor agridulce. Cada receta puede variar en detalles, pero todas resaltan la riqueza gastronómica de la región de la Chiquitania.

El cogote relleno chiquitano

El cogote relleno es un plato tradicional de la cocina boliviana, originario de la región de Santa Cruz, específicamente de la Chiquitania. Su origen se remonta al siglo XX, cuando en las haciendas rurales de la zona los trabajadores cocinaban los cogotes de las gallinas, que eran descartados por los patrones, con los ingredientes que sobraban de la olla de los hacendados1.La receta del cogote relleno consiste en limpiar y preparar los cogotes de gallina, rellenarlos con una mezcla de arroz, hígados, corazones y churiquis de pollo, cebolla, zanahorias, tomate, pimentón, sal, pimienta y aceite de urucú1. Luego, se cosen los extremos de los cogotes para que queden cerrados y se cocinan en agua con sal hasta que estén blandos1. Finalmente, se rebozan con pan molido y se fríen en una sartén1. El plato se sirve acompañado de yuca hervida o frita y ensalada de tomate1.En la Chiquitania, el cogote relleno es un plato muy valorado y se sigue preparando de manera tradicional en muchas familias

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5. La receta varía ligeramente según las preferencias personales y los ingredientes disponibles en cada Hogar. En resumen, el cogote relleno es un plato tradicional de la cocina boliviana, originario de la región de Santa Cruz, específicamente de la Chiquitania. Su origen se remonta al siglo XX y su receta consiste en rellenar y cocinar los cogotes de gallina con una mezcla de arroz, hígados, corazones y churiquis de pollo, cebolla, zanahorias, tomate, pimentón, sal, pimienta y aceite de urucú. El plato se sirve acompañado de yuca hervida o frita y ensalada de tomate.

La Pastaca de Santa Cruz de Chiquitos

La patasca del oriente boliviano, también conocida como locro, es un plato tradicional de la región oriental de Bolivia, que se prepara con maíz, carne de cerdo, papas y especias. Sus orígenes se remontan a la época precolombina, cuando los pueblos indígenas de la región utilizaban el maíz como base de su alimentación. Con la llegada de los españoles, se introdujeron nuevos ingredientes como la carne de cerdo y las especias, lo que dio lugar a la evolución del plato hacia su forma actual[1][3].

El maíz es el ingrediente principal de la patasca, y en el oriente boliviano se cultiva una variedad de maíz llamada "choclo", que se caracteriza por tener granos grandes y redondos. La carne de cerdo se agrega para darle sabor y nutrición, y las papas se utilizan como acompañamiento. Las especias utilizadas en la preparación de la patasca varían según la región y las preferencias personales, pero generalmente incluyen cebolla, ajo, comino, pimienta y ají[1][3].

La patasca es un plato muy popular en el oriente boliviano, y se consume en ocasiones especiales como fiestas y reuniones familiares. También se ofrece en restaurantes y puestos de comida callejera, donde se puede disfrutar de su sabor único y tradicional[1][3].

En resumen, la patasca del oriente boliviano es un plato tradicional que tiene sus orígenes en la época precolombina, y que se ha mantenido como parte importante de la cultura y la gastronomía de la región. Su preparación se basa en el uso de maíz, carne de cerdo y papas, y se ha enriquecido con la introducción de especias y otros ingredientes por parte de los españoles[1][3].

El pipián de pollo o pollo con salsa piquante de maní

El pipián de pollo es un platillo tradicional de la gastronomía mexicana mas que todo menonitas , aunque también se conoce en otras partes de América Latina, como en Bolivia[2]. El pipián es una salsa espesa hecha a base de semillas de calabaza, que se utiliza para acompañar diferentes tipos de carne, entre ellas el pollo[1][2].

La receta del pipián de pollo varía dependiendo de la región de donde se prepare[1]. Además de las semillas de calabaza, otros ingredientes comunes en el pipián son el chile, el tomate, la cebolla, el ajo y el maní[1][2]. En algunas recetas, se añaden otros ingredientes como el jitomate, la cebolla, el ajo, el comino, el palillo y la sal[2]. El pollo se cocina en la salsa de pipián hasta que esté bien cocido[2]. El pipián de pollo se puede acompañar con arroz graneado y yuca hervida[2].

En cuanto al origen del pipián de pollo chiquitano, son las formas de los pipian de Mexico que se usan. Eso depende de las orígenes del grupo menonita en Mexico. En el Estado de México, por ejemplo, el pipián es de color verde y se hace con perejil, lechuga, chile poblano, chile verde, cilantro y epazote. En Chihuahua, por otro lado, el pipián es rojo, ya que se hace con chile colorado. En Yucatán, se añade achiote a las pepitas de calabaza y se sazona con masa de maíz y chile seco. En Guanajuato, se utilizan diferentes tipos de cebolla, hojas de rábano y chile guajillo1. En la Ciudad de México, el pipián es blanco y se hace con chile güero y almendras.Además de las semillas de calabaza, otros ingredientes comunes en el pipián son el chile, el tomate, la cebolla, el ajo y el maní. En algunas recetas, se añaden otros ingredientes como el jitomate, la cebolla, el ajo, el comino, el palillo y la sal. El pollo se cocina en la salsa de pipián hasta que esté bien cocido2. El pipián de pollo se puede acompañar con arroz graneado y yuca hervida.

No he encontrado información específica sobre esta variante en mi búsqueda. Sin embargo, el pipián es un platillo de origen prehispánico que se elaboraba con semillas de calabaza y diferentes tipos de chile[1]. El pipián se menciona en el libro Historia General de las Cosas de la Nueva España de Fray Bernardino de Sahagún, donde se cuenta que Moctezuma disfrutaba mucho del pipián, y asegura que los indígenas le llamaban a esto totolin patzcalmollo[1].

En resumen, el pipián de pollo es un platillo tradicional de la gastronomía mexicana que se hace con semillas de calabaza y diferentes tipos de carne, incluyendo el pollo. La receta del pipián varía dependiendo de la región de México donde se prepare. El pipián de pollo chiquitano no es un término que haya encontrado en mi búsqueda, pero el pipián es un platillo de origen prehispánico que se elaboraba con semillas de calabaza y diferentes tipos de chile. Fue importado por los menonitas

La pastelería de hoja de Chiquita en San José de Chiquitos

La pastelería de hoja de Chiquita en San José de Chiquitos y Chiquitanía tiene sus orígenes en la tradición culinaria de la región de Chiquitos, en Bolivia. La pastelería de hoja de Chiquita es un postre tradicional que se ha transmitido de generación en generación entre las familias de la región.

El pastel de hoja de Chiquita se caracteriza por su masa fina y crujiente, que se elabora con harina de trigo, agua y grasa animal, y su relleno dulce y sabroso, que se elabora con manjar blanco, coco rallado y pasas de uva. La masa se corta en pequeñas porciones y se rellena con el preparado dulce, luego se dobla y se sella, dando forma a pequeños paquetes de pastel.

La receta de la pastelería de hoja de Chiquita ha sido adaptada y modificada a lo largo de los años, y actualmente existen diversas versiones de este postre en la región de Chiquitos. Sin embargo, la receta tradicional sigue siendo la más popular y se sigue preparando en muchas familias de la región.

A continuación, se presenta una receta tradicional de la pastelería de hoja de Chiquita:

Ingredientes:

Preparación:

  1. En un tazón, mezclar la harina de trigo con la grasa animal y el agua hasta obtener una masa suave y homogénea.
  2. Dejar reposar la masa durante 30 minutos.
  3. En otro tazón, mezclar el manjar blanco, el coco rallado y las pasas de uva.
  4. Cortar la masa en pequeñas porciones y rellenar con el preparado dulce.
  5. Doblar y sellar los paquetes de pastel.
  6. Cocinar los pasteles en un horno precalentado a 180 grados Celsius durante 20 minutos o hasta que estén dorados.

El masako chiquitano

El masaco de carne chiquitano es un platillo tradicional de Bolivia que se caracteriza por su preparación con carne de cerdo y yuca, típico del oriente boliviano. Por otro lado, el masaco de queso es una variante que incluye queso como ingrediente principal.

Ambas versiones son populares en la región, especialmente en la ciudad de Santa Cruz, donde se comercializan en pastelerías, calles, mercados y restaurantes de comida típica. El masaco es un platillo muy arraigado en la cultura boliviana, con orígenes guaraní camba y es consumido acompañado de bebidas calientes tras la siesta.

El Sonso de yucca

El sonso de yuca es un plato tradicional boliviano, especialmente de la región oriental de Bolivia, como Santa Cruz, Beni y Pando, donde la yuca se cultiva en grandes cantidades. Es una comida callejera popular en Santa Cruz. La yuca, también conocida como cassava en Estados Unidos, es un tubérculo tropical que se domesticó por primera vez en el sur de Brasil y se ha convertido en un producto común entre los nativos de América del Sur. La yuca tiene un sabor dulce a nuez cuando se cocina, por lo que el sonso de yuca es considerado un refrigerio dulce.

La receta del sonso de yuca incluye pelar y cortar la yuca en rodajas finas, hervirla hasta que esté tierna, escurrirla y machacarla hasta obtener un puré. Luego, se agrega leche, mantequilla, sal, azúcar y canela al gusto. Se mezcla todo bien hasta obtener una masa suave y se forma en bolas del tamaño de una nuez. Estas bolas se fríen en aceite caliente hasta que estén doradas y crocantes por fuera, pero suaves y cremosas por dentro. Se sirven calientes y espolvoreadas con azúcar en polvo.

La yuca es un alimento básico en Bolivia y en la mayor parte de América Latina. Es rica en carbohidratos, fibra y vitamina C. Se puede cocinar de diversas maneras, como hervida, frita, asada o al horno. En Bolivia, se consume en una amplia variedad de platos, como el locro de yuca, el chuño de yuca y el mazamorra de yuca.

Los orígenes del sonso de yuca en Bolivia no están del todo claros, pero se cree que es un plato tradicional de la región oriental de Bolivia, donde la yuca se cultiva en grandes cantidades. Es una comida callejera popular en Santa Cruz y se sirve como refrigerio dulce. La yuca tiene una larga historia en Bolivia y en América del Sur, donde se ha cultivado y consumido durante miles de años. La colonización ayudó a que la yuca se extendiera por todo el mundo, hasta las colonias tropicales como África e India. Hoy en día, la yuca es un alimento básico en muchos países de América Latina, África y Asia.

El Pan de Arroz

El pan de arroz tiene sus orígenes en la gastronomía de Japón, donde se conoce como "米粉パン" (kome-pan)[1][5]. Sin embargo, la receta que se presenta en el sitio web Chipa by the Dozen es una versión boliviana del pan de arroz, que incorpora ingredientes locales como la yuca molida y el queso[1]. Esta receta requiere que la masa repose durante la noche o al menos 4 horas para que fermente y adquiera su sabor único[1]. La textura final del pan es esponjosa y se recomienda acompañarlo con una taza de café caliente o chocolate[1].

En la región de la Chiquitania, en Bolivia, el pan de arroz es un plato tradicional y se puede encontrar en restaurantes como el Bistró Chiquitano[3]. Además, se ofrece una ruta gastronómica llamada SaboreArte Chiquitos, donde se pueden descubrir los secretos de la preparación del pan de arroz y otros platos típicos de la región[3].

En cuanto a la historia y la situación sociocultural de los chiquitanos, se menciona en el artículo de la revista América Indígena que su nombre y su situación variaron a lo largo de los siglos XVI y XVIII[2]. Los chiquitanos son identificados como los herederos de la cultura misional jesuítica, aunque su situación sociocultural no siempre fue fácil[2].

En resumen, el pan de arroz es un plato tradicional de la gastronomía boliviana, específicamente de la región de la Chiquitania, que tiene sus orígenes en la gastronomía japonesa. La receta boliviana incorpora ingredientes locales como la yuca molida y el queso, y se recomienda acompañarlo con una bebida caliente. Además, se ofrecen rutas gastronómicas para descubrir los secretos de su preparación y disfrutar de otros platos típicos de la región.

La rosca de maíz

La rosca de maíz chiquitana es una receta tradicional que tiene sus raíces en la región de Chiquitos en Bolivia.

Esta rosca se elabora con ingredientes como maíz, uvas pasas, dátiles, nueces, dulce de membrillo o guayaba, entre otros.

La preparación incluye pasos como mezclar la levadura con leche tibia, azúcar y harina, luego combinarla con mantequilla, huevos, ralladura de limón, esencia de vainilla, licor, miel y harina. La masa se deja leudar hasta duplicar su volumen, se rellena con los ingredientes mencionados y se hornea a 180 grados durante aproximadamente 35 minutos. Esta rosca es parte de las tradiciones culinarias bolivianas y se consume especialmente durante la época navideña.

El Cuñape

Las empanadas de tipo cuñape en Bolivia tienen su origen en la provincia de Santa Cruz, en el este del país. Se elaboran con almidón de yuca o mandioca, un tubérculo originario de Suramérica, y se conocen en otros países de la región como pan de yuca, chipá o pão de queijo[9]. La receta de cuñapé frito o al horno requiere almidón de yuca, queso, huevos, leche y mantequilla.

Se mezclan los ingredientes secos, luego se incorporan los huevos batidos y, finalmente, se amasa la masa con las manos hasta obtener una consistencia adecuada. Se forman bolitas y se hornean hasta que estén doradas[10]. La receta puede variar según la región, pero el almidón de yuca es el ingrediente base en todas las versiones[11].

las arepas chiquitanas

Las arepas bolivianas no son un platillo tradicional de Bolivia, a diferencia del sonso de yuca, un plato popular en la región oriental de Bolivia, especialmente en Santa Cruz, Beni y Pando, donde la yuca se cultiva en gran cantidad[2]. La arepa es originaria de Venezuela y Colombia, y se elabora con harina de maíz, agua y sal, aunque existen variantes que incluyen ingredientes adicionales como queso, mantequilla y leche[2][3].

Chichas cambas (Recetas)

https://eldeber.com.bo/santa-cruz/chicha-camba-mocochinchi-y-batido-de-tamarindo-los-3-elixires-favoritos-para-combatir-el-calor-en-sa_305590

https://www.cocina-boliviana.com/recetas/bebidas/chicha-camba

Otras fuentes de inspiración

https://www.cocina-boliviana.com

Guia y libros de cocinas Bolivianas

https://comidasyplatostipicos.com/latinas/bolivia/indigenas/chiquitanos

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