La Chiquitania boliviana es conocida por su rica tradición artesanal, especialmente en las áreas de tallado de madera, tejido en telar y pintura. Los artesanos de la región crean objetos decorativos e indumentaria, siendo la máscara de El Abuelo Chiquitano una de las creaciones más famosas. Estas artesanías reflejan el legado de las misiones jesuíticas en la región, que fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1990[1][4].
En San José de Chiquitos, hay diferentes asociaciones de artesanas y artesanos que realizan trabajos en tallado de madera, tejido en telar y pintura. La importancia del turismo en la región ha llevado a la promoción de la cultura viva y la producción de artesanías, lo que ha generado empleos e ingresos asociados al turismo. San José fue incluso nombrada Capital Departamental de la Diversidad Artesanal[3].
Además de las artesanías, la región también ofrece atractivos naturales y culturales, como el Parque Nacional Santa Cruz La Vieja, el Parque Tucabaca en Santiago de Chiquitos, y la Ruta Chochís Mágico, donde se pueden encontrar artesanos locales[1][2]. La Ruta SaboreArte Chiquitos también ofrece una experiencia turística integral, combinando el turismo vivencial, gastronómico, cultural y de naturaleza[1].
En resumen, la Chiquitania boliviana es una región rica en artesanía y tradiciones, con una gran variedad de atractivos culturales y naturales para los visitantes.